«El centavo pal peso» es una expresión popular que se usa en Colombia para referirse a lo que quedó faltando, al «debe», a lo que no alcanzó. En muchas ocasiones sentimos que nos falta algo, que siempre necesitamos más para ser, para hacer tal cosa o para llegar a… Es decir, construimos nuestra vida alrededor de lo que percibimos como carencias, a partir de aquello que tal vez sentimos que no recibimos o no tuvimos durante nuestro desarrollo y crecimiento, en un primer momento por parte de nuestros padres y, posteriormente, por otras personas o circunstancias que consideramos significativas. Lo que construyamos incidirá directamente en la forma en cómo vemos y nos relacionamos con el mundo, por lo que podemos fortalecernos o, por el contrario, vivir una vida de carencia que nos debilita, paraliza y/o bloquea.
A continuación quiero compartir algunas creencias / supuestos / posturas / postulados / ideas, que se sienten como «verdades únicas» cuando vivimos una vida de carencia. Si te identificas con alguna o algunas de ellas pregúntate: ¿Desde hace cuánto está esta idea conmigo? ¿De qué manera me lleva esta idea a relacionarme conmigo mismo/a y con los demás? ¿Qué sentimiento acompaña a esta idea?
- No soy suficiente
- Otros lo hacen mejor que yo
- No… mejor no me arriesgo
- No soy capaz
- No se fijaría en mí
- ¡Los demás son perfectos! (idealizo)
- Me conformo: «me toca» – «deje así» – «eso es lo que hay»
- No hay cabida para disfrutar
- Me da miedo emprender y darle vía libre a la creatividad
- Siento que no merezco
- No tengo nada que ofrecer a los demás
- No me siento digno/a de recibir
- Yo estoy mal, los otros están bien
- No sé para qué soy buena, cuáles son mis recursos y, si los he visto, no son tan valiosos como los de los demás
- Dudo de mis decisiones y busco aprobación en los que «sí saben»
- Eso (sueño, objetivo, meta) no es posible de lograr, ¿para qué intentarlo?
- Complacer a los demás es mi prioridad
- La soledad es insoportable…
Si te has identificado con alguna o algunas de las ideas anteriores y observas que predominan en tu vida, tómate el tiempo para imaginar por un momento que estas ideas ya no están presentes, ¿Qué pasaría en tu vida? ¿Qué pensarías, sentirías y harías contigo y con los demás? ¿A qué sentimiento le estarías dando cabida y «le subirías el volumen»? Te invito a escribir las respuestas a estas preguntas para que de esta manera le des apertura a otras posibilidades en las que tu vida pase del «centavo pal peso» al peso.
¡Arriésgate a sentir la riqueza que hay en ti!
Deja un comentario