Han pasado cuatro meses y seguimos de confinamiento… y el «sólo por hoy» sigue acompañando los días… la atención y la observación continúan presentes en los momentos de calma, tranquilidad, alegría, así como en los de angustias, irritabilidad e incomodidad. La reflexión que quiero compartir hoy es producto de uno de esos sencillos momentos en los que tienes una reacción y luego te das cuenta de que algún sentido y significado aflora y que vale la pena no dejarlo pasar:
Hace unos días recibí una linda sorpresa; una gran amiga me envió un postre. El portero me llamó para avisarme que me había llegado un paquete ―¿un paquete para mí?, contesté― y bajé a mirar de qué se trataba, pues en mi cabeza no había pedido nada. Cuando llegué a la portería, el portero me muestra la caja y yo con extrañeza miro al mensajero y le pregunto: ¿para qué apartamento es? y él menciona mi número; le vuelvo a preguntar: ¿a nombre de quién viene el pedido? ―porque yo no pedí nada― y él me dice: no me dieron el nombre. Me quedo por unos segundos parada mientras que el mensajero llama para confirmar el número, y al momento de acercarme al paquete me doy cuenta de que viene una nota dirigida a mí: ¡SÍ! era para mí, realmente era para mí! Sí señores y señoras, un segundo más y habría devuelto un regalo que venía para mí. En ese segundo anterior me abrí a la posibilidad y pensé que tal vez sí, y eso hizo toda la diferencia: eso permitió acercarme, ver que era de chocolate ―mi favorito― leer y darme cuenta de que efectivamente venía con mi nombre.
Tal y como vemos la realidad a veces nubla, tapa e invisibiliza otras alternativas y posibilidades que pueden estar en frente de nosotros. Al darnos el chance de ampliar la mirada, de cuestionar nuestra perspectiva, de ponerla en duda, considerar otras opciones, y conectarnos con lo que está pasando, con lo que es, y no con la idea de lo que pensamos que es o debería o no ser, podemos entre otras cosas, recibir y aceptar regalos inesperados que estaban pero que no incluíamos en nuestro campo de visión.
Con confinamiento y todo, démosle cabida a lo que consideramos «imposible e impensable» para así ¡no dejar pasar las sorpresas de la vida!
¡ATENTOS, ATENTAS!
Muy chévere!! Felicitaciones!!! Asi es la vida llena de sorpresas, tenemos que mantener la mente positiva, abierta y nunca esperar nada!! y cuando algo llegue…. súper sorpresa!!
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Gracias por leer y tu comentario!🌟
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Marce!!! Me encantó tu historia! Un regalito enviado como una Diosidencia! Dios te ama y te consiente. Eres un ser de luz. TQM.
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Ginis! Que lindo mensaje! Gracias por leer. Un abrazo muy grande. Espero que te encuentres bien!
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Me encanta ese escrito Marce.
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Gracias por leer y su comentario!
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Excelente Marce!🤗🌟
Enviado desde mi iPhone
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Gracias Mafe. Un abrazo!
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